jueves, 9 de marzo de 2017

Del porqué de un grupo de estudio de introducción a la lectura de la obra de Jacques Lacan.
Se puede verificar con cierta facilidad, un síntoma que afecta a nuestra comunidad psicoanalítica y por la que todos estamos atravesados: la falta de seriedad sobre el ejercicio de lectura y estudio de los textos fundamentales del psicoanálisis.
Creo que hay una tendencia, acorde al devenir de los discursos corrientes dominantes, de ir directamente a lo que llamo “cultura 2.0” aludiendo a aquellos programas de computación o software que continuamente están sacando actualizaciones más eficaces, veloces, con menor consumo de recursos, etc. situación que parece replicarse en el psicoanálisis y entonces se escucha, por ejemplo que analistas nóveles comienzan sus primeros pasos leyendo el Seminario XI de Lacan, que, como se llama “Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis”, pareciera un curso introductorio a la lectura de Jacques Lacan.
Estos nóveles analistas todavía no han comprendido cabalmente la noción de sujeto, significante, incluso tienen una vaga idea de aquello que se llama inconsciente y ya están montados a discurrir sobre el desmontaje de la pulsión, el atravesamiento del fantasma o incluso del nudo borromeo sin haber hecho ni siquiera una mínima lectura de la obra de Freud.
Es cierto que en psicoanálisis no se empieza por el Tomo I de Freud y se termina por el XXIII sino que el psicoanálisis, como doctrina, implica una topología no lineal y que apunta más al trenzado de lo que en principio es un tres básico: análisis personal, análisis de control y formación teórica.
Ese trenzado, en condiciones ideales, debería irse tejiendo en simultáneo: si se elimina cualquiera de las tres cuerdas, las otras dos quedan en “suspenso” a la espera de la tercera para estabilizarse.
Es por eso que este año, tomé una decisión arriesgada pero por lo menos necesaria: volver a los fundamentos. Es así que abordaré por un lado una lectura sistemática de Freud siguiendo un viejo pero eficaz programa pergeñado por Oscar Masotta en sus primeros grupos de estudio, y por otro lado comenzar con la lectura del Seminario I de Jacques Lacan “Los escritos técnicos de Freud” en el cual iremos articulando estos textos freudianos con la fecunda estructuración de estos conceptos por el maestro francés.
Este dispositivo no funcionaría sin el compromiso serio y sostenido de los participantes ya que sin mediar lectura, subrayado y elaboración de preguntas, esta empresa se convertiría en un curso más de esos que ofrecen algo así como comida para bebés.
¡A preparar los aparatos masticatorios entonces! Los textos no son sagrados pero para eso hacen falta amanuenses serios*, irrespetuosos y divertidos.
¿Quién se anima?
 

Gustavo Szereszewski
gszere@gmail.com
https://www.facebook.com/Jacques.Marie.Emile.Lacan/#

* A leer no como carencia de alegría sino como aquel que arma serie.

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